Marketplace es un de los términos que está más en alta en el escenario del e-commerce, y no es en vano: muchas de las principales empresas del mundo que utilizan este modelo de negocios cayeron en las gracias del consumidor, vendiendo los más variados tipos de productos y servicios.
Es decir… “vendiendo” no es el término más adecuado. Un marketplace, en realidad, no vende absolutamente nada a nadie; hay quien no esté de acuerdo, pero el marketplace a priori ayuda el consumidor que busca por un determinado tipo de producto o servicio a encontrar alguna tienda o prestador de servicios capaz de suplir dicha necesidad.
El marketplace es básicamente el “local” (sitio o app móvile) en donde el proceso de compra y venda es realizado – y estas empresas, para atraer más comerciantes, ofrecen una serie de ventajas, como auxilio en marketing, anticipación del pago de ventas y garantía de pago contra fraudes (para clientes y también comerciantes).
¿Venda online de productos nuevos? ¿Productos usados? ¿Libros? ¿Coches? ¿Hospedaje? ¿Ítems importados de China? ¿Transporte (Black, X o Pool)? ¿Entrega de comida? ¿Artesanías? ¿Billetes de autobús o de avión? ¿Designers? ¿Técnicos de computadoras? Sí, hoy día hay marketplaces para todas ésas demandas – y seguro te has acordado de algún sitio o aplicaciones qué hace este trabajo, ¿no?
A pesar de extremadamente promisorio y bastante rentable, el modelo de negocios de un marketplace abre la posibilidad para una actividad criminosa bastante peculiar: la creación de tiendas de fachada, que sirven no para la venta de productos sino para “sacar” dinero de tarjetas de crédito clonadas.
¿Cómo funciona el golpe?
Este tipo de crimen es mucho más ingenioso del que el “fraude clásico” en un marketplace, cuando un falso vendedor creaba una tienda mentirosa, recebía pedidos de clientes legítimos y nunca enviaba el producto (o enviaba un ladrillo envuelto). De tan batido y previsible, este golpe es fácilmente detectado por la empresa, que actuaría rápidamente delante de las reclamaciones de los consumidores y rápidamente cerraría tal tienda fraudulenta.
En las tiendas de fachada, un defraudador es al mismo tiempo el vendedor y el cliente: tiene el trabajo de crear una tienda que fácilmente se pasaría por verdadera, con nombre, dirección, productos registrados… El marketplace da la señal verde y autoriza aquel emprendedor a entrar en el aire y recibir pedidos. Es ahí que el golpe comienza.
La tienda del defraudador, de repente, empieza a hacer un enorme éxito y recibir cientos, millares de pedidos. ¿Éxito? Humm… no. Una observación más atenta permitiría que un analista de fraude más experiente sospechara de aquellos pedidos, por diverso motivos.
Aquella tienda no está vendiendo productos para consumidores que los necesitan. Probablemente el estafador tiene en manos un extenso lote de tarjetas clonadas y está utilizando el sistema del marketplace para “sacarles” dinero.
Como muchos marketplaces pagan anticipadamente el valor de las ventas para los comerciantes y también arquean con los costes de chargeback en caso de golpes, defraudadores se aprovechan para hacer diversas compras con tarjetas clonadas y lograr rápidamente aquel dinero fácil. Cuando lleguen los chargebacks, probablemente aquella tienda de fachada ya habrá desaparecido. Y el perjuicio recaerá sobre el marketplace.
¡No son solo productos físicos!
Este tipo de estafa no acontece apenas en marketplaces de productos: los servicios también pueden ser objetivo de esta práctica criminosa. Y hasta el Uber ha sido víctima, con los llamados “trabajos fantasma”: falsos conductores se registraban en las aplicaciones y realizaban trabajos “armados”, arreglados por él mismo o por sus comparsas y pagado con tarjetas clonadas (utilizándose o no de cuentas robadas). En el 2016, el diario británico The Guardian publicó una noticia sobre un caso ocurrido en el Reino Unido (en inglés).
¡Quiero proteger mi marketplace! ¿Qué hago?
Nosotros de Konduto solemos decir: no hay negocios a la prueba de fraude. Saber que ella existe y mantener la calma cuando este mal acometer tu negocio es el primer paso para saber manejar de la mejor manera con este problema.
Sin embargo, para un marketplace, que ya administra diversas actividades para millares de tiendas, gerenciar este tipo peculiar de fraude puede ser aún más difícil. Buscar un sistema antifraude que sepa como manejar este problema quizá sea la solución más adecuada. ¡Para eso está Konduto!
Acerca de Konduto
Somos una empresa que desarrolló una tecnología innovadora para impedir el fraude en el e-commerce. Nuestros análisis son completos y no se basan tan solo en la combinación de datos de registro, como el e-mail y el número de identificación. Monitoreamos también el comportamiento de navegación del cliente desde el instante en que este entra en tu página web o aplicación móvile hasta el momento en que finaliza la compra.
La solución antifraude Konduto es simple, más eficiente y con respuesta en tiempo real, para no perjudicar tu operación. Detectamos los pedidos que son realmente sospechosos: de este modo, tú reduces los costos con revisiones manuales al mismo tiempo en que vendes más y sufres menos fraudes.
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